6 colegios a lo largo de Chile participan de la Escuela de la Escucha
Durante el primer semestre de este año se comenzó a implementar la Escuela de la Escucha, una iniciativa impulsada por el Núcleo Milenio en Culturas Musicales y Sonoras que busca desarrollar metodologías de divulgación y transferencia de la investigación social basada en el sonido, la música y la escucha. Este programa está dirigido a comunidades educativas situadas en tres macrozonas del país: norte (Arica), centro (Santiago y Valparaíso) y sur (Araucanía).
El proyecto consiste en una primera etapa de talleres dirigidos a estudiantes secundarios de primero a cuarto medio, enfocados en tres ejes temáticos: Medio ambiente y territorio, Migración y ciudadanía, Cultura y relaciones de género.
La Escuela de la Escucha espera que estos talleres no solo desarrollen habilidades auditivas críticas en los estudiantes, sino que también fomenten una mayor conexión con su entorno social y natural. Según Carla Pinochet, directora alterna de CMUS:
“Este proyecto permite conectar la investigación académica de nuestro núcleo con comunidades escolares de diversas partes de Chile, poniendo a prueba el potencial educativo de estas exploraciones metodológicas basadas en el sonido y la escucha. Creemos que es una iniciativa innovadora que refuerza los procesos de aprendizaje escolar, transfiriendo a los estudiantes herramientas para explorar sus universos sonoros y aurales”.
Esta iniciativa pedagógica ha estado realizando su programa piloto durante el primer semestre de 2024, a través de 6 talleres implementados en 4 regiones del país. Cada taller explora distintas experiencias aurales, como la escucha, la memoria sonora, los futuros sónicos y la comunicación de estos registros.
En Arica, el taller se llevó a cabo en el Liceo Antonio Varas de la Barra B4; en la Región Metropolitana, en el Liceo Bicentenario Pablo Neruda de Lo Prado y en el Colegio O’Higgins de Melipilla; en la Región de Valparaíso, en el Colegio Maitencillo y en el Colegio Industrial Andrés Bello de Quilpué; y en Temuco, en el Colegio Gracia y Paz.
Esta metodología busca ser adaptable para distintos investigadores y propósitos educativos, explorando las posibilidades del sonido y la escucha colectiva para la investigación social y la reflexión comunitaria.
En tanto, los y las educadores/as de los distintos establecimientos, también han destacado la importancia de esta iniciativa. Wladimir Aplaza, docente de música quien estuvo a cargo de los talleres en el Liceo Bicentenario Pablo Neruda de Lo Prado destaca la participación de los/as estudiantes y el resultado final del proceso:
«Creo que una de las actividades clave de este proyecto, es la etapa final de presentación, en la cual los estudiantes deben vincular su trabajo con el entorno en el que están trabajando. Durante esta presentación, los chicos tienen la oportunidad de mostrar sus proyectos ante compañeros/as, profesores/as, directivos/as y auxiliares. Esta instancia de presentación final es donde pueden destacarse al presentar y compartir sus creaciones, lo que es lo más significativo de todo el proceso».